«Todos se lo merecen más que yo, pero a quien más tengo en el corazón y en mi memoria, que ya no está con nosotros, es a don Carlos Díaz»
Cádiz propone a sus nuevos hijos predilectos, adoptivos y las medallas de la ciudad 2024
El cierre del bar Terra «Todos se lo merecen más que yo, pero a quien más tengo en el corazón y en mi memoria, que ya no está con nosotros, es a don Carlos Díaz»
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El cierre del bar Terra
Cádiz/Miguel Pelayo García Borbolla, Pelayo el de El Terraza, por su carácter, podría haber sido perfectamente mediador o diplomático. Pero le tocó reflotar de un momento duro el bar que había fundado su padre allá en 1953 para convertir su velador al pie de la Catedral y sus comedores en un foro plural en torno a una copa de vino, un plato de papas aliñás y una fuente de pescao frito. A lo largo de varias décadas han coincidido en El Terraza los de izquierdas, los de derechas y los de centro; los creyentes, los ateos y los agnósticos; los del Barça, los del Atlético y los del Real Madrid; los de Antonio Martín y los de Martínez Ares… En El Terraza todos han sido, más que clientes, amigos de categoría, como suele decir Pelayo.
«Para mí es un honor que me nombren Hijo Predilecto de la ciudad en la que he nacido… lo que pasa es que me cae un poquito grande la cosa. Porque yo creo que hay más personas en Cádiz que lo merecen más que yo, te lo juro de verdad. Yo siempre digo que he tenido la suerte de que ellos, en general, han parado en nuestra casa, me han conocido, lo hemos pasado bien y yo creo que ese es el motivo», cuenta desde su Rincón de Pelayo, donde reina el mismo espíritu que en El Terraza.
«Esto ha sido para mí una sorpresa total. Me llamó Bruno un día por la mañana para comunicármelo. Y, claro, me dejó planchao... Esto es un honor para la familia y para todos nosotros, para nuestros amigos, para los clientes, que son amigos del bar. Es un honor. No me esperaba esto ni de coña», confiesa el hostelero.
«Cuando me lo dijo el alcalde por la cabeza me pasó todo lo que se ha vivido en el bar. Todo, todo… Cuando yo cogí el bar al principio, estábamos un poquito regular… Mis padres eran mayores ya. El bar estaba un poquito en decadencia… Luego, la obra de la Catedral, fue un cambio brutal, porque el centro comercial estaba aquí y al hacerla peatonal… Pero después, don Carlos Díaz, que empezó a ir por allí, nos dio un impulso brutal. Luego, Teófila Martínez… todos ellos, por la cercanía del Ayuntamiento; los políticos, los del Obispado, periodistas, catedráticos, gente de a pie como nosotros, los amigos… aquello cogió un auge que fue brutal», recuerda Pelayo.
¿Va a dedicar a alguien este nombramiento? «Estoy en ello. Estoy preparando algo, pero, la verdad, al verme entre gente de tanta altura, me agobio un poco, porque, como decía mi amigo Antonio Pérez-Sauci, lo nuestro es poner una buena comida a nuestros amigos… Se lo voy a dedicar a mi familia, a mis amigos y a todos los gaditanos y gaditanas, que son los que nos han dado esta gloria…»
«¿Que cómo lo voy a festejar? Pues como somos nosotros, muy sencillamente, sin celebraciones ningunas. Iremos al acto, daremos el callo y después iremos a El Terraza, a nuestra casa, y nos tomaremos una copita con la familia y los amigos»
¿Cómo ve ahora El Terraza? «Cuando decidí jubilarme, primero estuvimos hablando con una franquicia de Valladolid, pero, por lo que fuera, lo de la franquicia falló. Y estos señores del Grupo Casa Remigio, de Madrid, que lo han cogido, con nuestro amigo Juan al frente, lo están haciendo de categoría, de verdad. Porque han seguido con los mismos empleados que teníamos nosotros, con los mismos proveedores, con la misma terraza en la plaza, con los mismos clientes y se están esmerando bastante en que siga igual que cuando lo llevábamos nosotros… Ha sido increíble porque han conservado hasta el nombre de nuestros de los salones, con José Luis Romero, con Gaspar… Y en el salón Fidel, que es el de mi padre, todavía tienen las orlas de mis tres hijos… No quites, nada, Pelayo, me decían, que tú eres nuestro padre aquí…. Se han portado de categoría».
O sea, que sigue viendo vivo lo que levantó en unos momentos tan difíciles… «Hombre, claro… Mi padre se hizo cargo de bar en el año 1953. Este año hemos hecho ya 71 años. Y yo solo, solo, solo, después de haber trabajado con mi padre, desde el 90 hasta el año pasado… Son unos cuantos años también…»
Pelayo admira a todos los Hijos Predilectos que han sido nombrados este año y los anteriores, «todos se lo merecen más que yo, pero el que más tengo en el corazón y en mi memoria, que ya no está con nosotros, es a don Carlos Díaz [nombrado Hijo Predilecto en 2022 y ahora, Regidor Honorario]. Fue nuestro primer alcalde de la democracia y se portó con nosotros con mucha categoría… ¿Que en qué nos ayudó? En nada y en todo… Yo siempre he procurado no comprometer jamás a nadie, ni hablar mal de nadie… Pero por la cercanía y porque le caíamos bien o lo que sea, iba a desayunar a El Terraza… Todos los chiquillos de los colegios se paraban ¡Está ahí el alcalde de Cádiz! Entonces empezamos a dar una cantidad de desayunos… fue increíble… venía el gobernador de no sé donde y don Carlos venía a El Terraza con él… y tenía una confianza con nosotros… y era tan buena persona y tan humilde que lo echamos y lo echaremos de menos siempre».
«Le doy las gracias a todos ya todos los gaditanos y gaditanas y a todos los concejales de todos los grupos del Ayuntamiento por habernos propuesto para esto y que haya salido adelante» concluye el hostelero gaditano.
Diario de Cádiz – Cádiz